Cómo calcular la rentabilidad y qué tipo de inversión es la más conveniente. Lo sabrás en este artículo.
El 2021 estuvo marcado por la recuperación del sector inmobiliario post pandemia. Las razones del crecimiento sostenido fueron los interesantes precios que presenta el mercado, el surgimiento de nuevas necesidades habitacionales y a la recuperación de la demanda. Según los últimos datos oficiales difundidos por el Banco de España, el crecimiento interanual del sector durante el tercer y cuarto trimestre del año fueron del 6,8% y del 1,1%, respectivamente.
Ante esto, la pregunta de muchas personas que invierten en una vivienda es ¿Alquilarla o refaccionarla y venderla a un precio superior para recuperar la inversión?
Según los datos del Banco de España, la rentabilidad anual en el caso de poner una propiedad en alquiler (alquiler más variación de precios) fue del 5,2% en 2020, frente al 7,4% de 2019 y el 10,6% de 2018. Concretamente, la rentabilidad bruta por alquiler fue del 3,7%, por debajo del 3,8% del año pasado y del 4% de hace dos ejercicios. Lo que marcan los datos es que hubo una baja en la rentabilidad de alquiler.
Por otra parte, comprar para vender es otra de las opciones de los inversores, ya que luego de adquirirla pueden reformarla y venderla más caro. A este respecto, las estimaciones del sector calculan entre un 15% y un 20% de rentabilidad media con esta operación, pudiendo llegar, incluso, al 30% si se trata de inmuebles muy antiguos.
Esto ha llevado a que reformar pisos en mal estado con la intención de revenderlos se haya convertido en una alternativa que atrae cada vez mayor interés. Más aún teniendo en cuenta las excelentes oportunidades de compra que presenta actualmente el sector y la previsión de recuperación de la demanda y del valor de los inmuebles.
Para calcular la rentabilidad en este caso, se necesita calcular el precio por el que se podría vender el inmueble y restarle los gastos de la transacción e impuestos de ganancia patrimonial. Si se divide esta cantidad entre la inversión inicial (coste de la adquisición y de la reforma) y se multiplica por 100, se obtiene el porcentaje de rentabilidad.